9 de septiembre de 2009

Buffet de lujo en el barco

Es digno de admirar el buffet que prepararon los cocineros para agasajarnos el penúltimo día de nuestra estancia en el crucero. Trabajaron durante veinticuatro horas para que todo resultara espectacular, y el meneo del barco hizo que sólo unas cuarenta personas fuéramos a verlo, con lo que tanto trabajo quedó muy desmerecido. Primero pasamos a hacer la sesión de fotos, y después pudimos degustar a placer todos los platos preparados. Nunca mejor que en esos momento, la comida nos entró por los ojos y se convirtió en una obra de arte, y eso que los platos más altos debieron de quedarse en la despensa dadas las condiciones, como las esculturas de mantequilla o las fuentes de chocolate.
Frutas, quesos, verduras, dulces, fiambres. mousses, panes... No sabíamos cuál elegir.
No los comento, para no cortaros el babeo que os va a entrar mientras los contempláis.