Es una vela gorda, normal, a la que le he aplicado flores prensadas, con la técnica de la cuchara:
cojemos la vela con una mano y con la otra apoyamos el motivo que queremos pegar, en el lugar elegido. Nos pondremos junto al fuego y calentaremos el reverso de una cucharilla lo suficiente para que al pasarla por la flor, derrita algo la cera y se adhiera.
Después ponemos una cinta y listo. Ya está nuestra vela preparada para lucir en el salón.
Se puede hacer igualmente sustituyendo las flores prensadas, por servilletas. ¡Sólo la capa del color!