Boudin: Playa de Trouville: Este pintor me gusta mucho y le he copiado algunos cuadros.
Millet: El ángelus. Una de las obras que quería ver en el D'Orsay.
Son muchísimos más los pintores que tienen aquí sus obras: Casat, Cézanne, Vouillard, Bonard, etc.........................pero no tengo espacio para todos.
A la salida nos quedamos un rato en la tienda comprando recuerdos y yo les compré a mis nietos unos libros infantiles sobre el impresionismo, que espero poderles mostrar dentro de pocos años.
Compré también el cuento de la Pequeña Bailarina, para hacerles entender cómo se llegó a hacer esa obra maestra.
Y al mediodía cogimos un taxi....................................y a comer.
Salimos en autobús alrededor de las cuatro de la tarde.
Fue lo peor, porque la vuelta con el cansancio a cuestas, se hizo más largo y molesto que la ida.
Horas interminables de vanos intentos de acomodar la cabeza y las piernas.
Llegamos a Callosa a las cinco y media de la tarde del día siguiente, y muy amablemente el chófer me llevó hasta la estación de Alicante, desde donde salía a la ocho mi tren para Madrid.
A las doce y media ya estaba en casa, con muchísimas cosas por contar, fotos y cintas de video por ver, y París para siempre en mi recuerdo.
Volveré con mi Antonio. ¿En autobús? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!