Ha sido la estrella de la Nochebuena. Un cochinillo segoviano de 4.400 kg, que solo lleva como ingredientes manteca de cerdo, agua y sal gorda. El producto es tan bueno que no necesita más.
Preparación:
Yo encendí el horno una hora antes, a 170ºC.
Sobre la bandeja del horno puse la rejilla, algo muy importante, ya que la piel no debe tocar el fondo del recipiente. Es algo muy sencillo, porque es la misma del horno.
Ponemos el cochinillo con la piel hacia abajo y con un papel de cocina secamos entre las costillas lo poco de humedad que pueda tener. Salamos bien, puesto que al darle la vuelta no se le volverá a echar sal.
Lo metemos al horno una hora y cuarto.
Cuando lo saquemos, le damos con cuidado la vuelta y entonces, importante, pinchamos la piel para que salga la humedad que tenga y resulte luego como hojaldre.
Entonces pincelamos todo con manteca de cerdo y tapamos las orejas, rabo y patas con papel aluminio para que no se quemen.
Al horno otra vez 45 minutos y en este punto ponemos a 200ºC el horno y dejamos que la piel se tueste.
Como cada uno conoce su horno, pues hay que estar un poco atento en ese tiempo. Estará listo cuando al darle un ligero golpecito con el dedo en la piel, esta se rompa.
Y solo queda ya disfrutar de este plato tan exquisito.