El conejo tiene múltiples preparaciones y esta es una de las más sabrosas, porque esta carne tiende a estar algo seca, y la salsa le aporta la jugosidad y sabor que hace de esta receta algo muy especial.
Ingredientes:
1 conejo
8 dientes de ajo
1 cucharada de pimentón dulce
2 cayenas
Aceite de oliva
250 cc de vino blanco
200 cc de vinagre
Orégano, tomillo, laurel y sal gorda
350 de agua
Preparación:
Partimos el conejo en trozos y lo ponemos en un bol grande
En el mortero picamos los ajos, las guindillas y sal gorda. Añadimos el pimentón y 2 cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté bien mezclado, se agrega el vinagre y algo más de aceite.
Vertemos esta mezcla sobre el conejo que tenemos en el bol y le echamos por encima el vino blanco.
Tapamos con film y lo dejamos en la nevera hasta el otro día.
Sacamos y escurrimos los trozos de conejo para que no nos salten demasiado al freírlos y reservamos todo el líquido del adobo. Se pone aceite en una sartén y se doran y se pasan a una cazuela.
En el mismo aceite echamos todo el adobo del conejo y 350cc de agua.
Lo tenemos más o menos una hora, pero a la mitad le damos la vuelta a los trozos de carne.
Nos quedará una salsa bastante trabada. Si no fuera así, mantenerla algo más al fuego.
Se puede acompañar de patatas cocidas o de arroz blanco.
