Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

27 de enero de 2012

Las catacumbas del horror (Palermo)

Cuando hice el crucero por Italia estuve en Palermo y fui a ver lo que se ha convertido en el gran atractivo turístico de la ciudad: las catacumbas de los capuchinos. Me lo pensé mucho antes de entrar pero al final me decidí, y puedo decir que fue de las cosas más impactantes que he visto en mi vida. A través de unos pasillo, se va pasando por entre las momias.
El olor a humedad tan raro, se me metió en el estómago pero hice lo posible por llegar hasta el final del recorrido. La visita me pareció eterna.
He encontrado estos videos de la televisión que lo explican estupendamente, así que os podéis hacer una idea perfecta de lo que es por si alguna vez tenéis curiosidad de verlo.
Le dedico esta entrada a mi amiga Gudea de Lagash, especialmente la niña con el lazo amarillo.





26 de enero de 2012

Strudell

Un postre algo complicado de hacer, pero que está muy bueno. Es de origen húngaro, en alemán significa remolino y hay diferentes formas de preparar la masa.
Es una receta a la que le tenía muchísimas ganas, y me vi un montón de videos, decidiéndome al final por el que os he puesto al final.
La mayoría de gente coincide en que la masa, después de reposar debe de ser golpeada contra la mesa al menos cien veces, con bastante energía. Eso me echaba para atrás a la hora de prepararlo, pero vi este video tan simple que me animé. Pues bueno, a mí no me fue tan fácil extender la masa como a ella y al final tuve que pegarle la paliza de rigor para poder trabajarla.
Si lo tuviera que volver a hacer, que lo haré, utilizaré pasta filo que es mucho más sencillo: Sobre un paño grande, una lámina, pincelar con mantequilla, y así tres veces, o sea tres láminas. Y luego ya rellenar y envolver.

Ingredientes
Para la masa:
150 ml de leche
250 grs. de harina
1 huevo
2 cucharadas de aceite
Una pizca de sal
aceite para untar
harina para esparcir

Preparación de la masa: la leche se calienta un poco, que esté tibia, y se junta con el resto de los ingredientes. Se amasa con máquina o a mano, se unta de aceite, se tapa con film y se guarda en un sitio templado durante dos horas.

Ingredientes relleno:
50 grs de almendra laminada
100 grs de mantequilla
60 grs de pan rallado
150 grs de azúcar
800 grs de manzanas reinetas
40 ml de ron
50 grs de pasas de corinto
El zumo de medio limón
Azúcar glass
Canela

Preparación del relleno: Poner las pasas en remojo con el ron lo primero.
Dorar en una sartén sin aceite las almendras y ponerlas en un bol. Calentar 50 grs de mantequilla en una sartén y poner el pan rallado, remover y echar 50 grs de azúcar. Mezclar hasta dorar.
Cortar las manzanas en cuartos y luego de forma transversal en rodajas, se echan al bol donde tenemos las almendras, agregamos las pasas, el ron, una cucharada de canela, y el zumo de medio limón. Remover todo bien y reservar.
Y aquí viene ahora lo mejor: ponemos sobre la mesa un paño grande y esparcimos harina sobre él. Cogemos la masa y la empezamos a extender de la forma que lo hacen en el video. Aquí fue cuando yo tuve que recoger otra vez la masa y ponerme a darle golpes porque no estaba lo suficientemente elástica. Hay que dejarla tan fina que se tiene que poder leer a través de ella. A mí me faltó estirarla un poco más, pero estaba bueno. Luego he visto que hay gente que se ayuda con un poco de aceite en las manos para hacerlo mejor.
Bien, pues una vez que tenemos ya la masa bien estirada, la pincelamos de mantequilla y echamos sobre ella el pan rallado con azúcar que tenemos reservado. El resto lo mezclamos con lo demás.
Esparcimos el relleno por encima, dejando libres los laterales y el final, como veréis en el video.
Cortamos los bordes de la masa, que están más gordos y no nos sirven.
Volvemos hacia adentro los bordes para que no se salga el relleno, nos ayudamos del paño, y empezamos el remolino. Cuidado que se puede caer de la mesa, y no es broma.
Con el mismo paño lo llevamos a una bandeja de horno engrasada o con una silicona y lo ponemos en el horno precalentado a 180ºC, con aire, de 20 a 25 minutos. Cuando lo saquemos, le ponemos por encima el azúcar glass.
Se puede acompañar con una crema de vainilla, pero yo como no tenía mucho tiempo puse unas natillas claritas.
En el video se puede ver todo el proceso perfectamente.


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25 de enero de 2012

Música de banda


Son las fiestas de Alcobendas. La Virgen de la Paz. Me he ido a ver la procesión con los niños para que se distrajeran un rato, y como siempre me he emocionado al paso de las bandas de música.
Tengo la suerte de ser de una tierra donde llevamos la música en la sangre y donde los niños, desde muy pequeños, estudian solfeo y aprenden a tocar algún instrumento, incorporándose a las formaciones musicales con un entusiasmo digno de elogio. No les pesan las horas de ensayo. Da gusto verles en los pasacalles y en los conciertos.
Mi hermana se casó con un músico, hijo a su vez de otro, y sus hijos y sus nietos, también lo son. Sé que desde donde se encuentre se sentirá muy orgullosa de ellos.
Seguramente esto influirá también en que me sienta muy ligada a esta actividad, y que sea capaz de ir detrás de una procesión disfrutando de las piezas que tocan, casi mezclándome con ellos, y pensando una vez más que no hay ningún sistema de audio comparable a esa música tan directa y tan cercana.
La foto es del templete de mi pueblo, y recuerdo que los domingos ponían sillas en esa plaza de La Glorieta para sentarse y escuchar el concierto y os dejo una actuación de La Filarmónica de Callosa de Segura, en una actuación del certamen de bandas de murcia. La música en Levante, se siente muy dentro.
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23 de enero de 2012

Taboulé (Apto Montignac)

Llevo ya unos días haciendo la dieta de Montignac, y algunos de los platos están buenísimos, a pesar de ser de régimen. Por eso he decidido poner aquí algunos de ellos.
El taboulé se suele hacer con trigo bulgur, pero también está muy bueno con cuscús. En este caso, el cuscús es integral.

Ingredientes:
1 vaso de los de agua de cuscús.
2 tomates
1 pepino
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cebolleta
El zumo de 2 limones
Aceite
Sal
Menta y perejil
2 dientes de ajo no muy grandes.

Preparación:
Se cortan las verduras en trocitos, y se ponen en un bol con el zumo de limón y el cuscús. Se mueve con una cuchara para mezclarlo todo bien, se le añade el ajo picado, la menta y el perejil y por último el aceite como para una ensalada.
Hay que hacerlo al menos una hora antes, para que el cuscús se vaya inflando poco a poco con la humedad de las verduras.

A nosotros nos ha encantado y nos hemos comido todo el bol.
En verano tiene que ser una delicia sacarlo de la nevera fresquito y comerlo.

22 de enero de 2012

Hay que cambiar muchas cosas

Estamos hartos de oir día sí y día también, lo que unos y otros se embolsan calentito a sus cuentas corrientes, y a fuerza de tanto escucharlo acabamos acostumbrándonos a que las cosas en este país, funcionen así.
A mí no me vale de nada que los metan a la cárcel, si a los cuatro o cinco años van a estar disfrutando en lugares paradisíacos del dinero que nos han robado a todos los españoles.
Habría que cambiar los procedimientos y lo primero obligarles a devolver TODO lo que se han llevado, y luego, si es posible, a la cárcel. Pero por delante las perras.
Por otra parte, si las devolvieran, aunque no los metieran en prisión, tampoco pasaría nada porque ya tendrían buena cruz cada vez que salieran a la calle.
A la hora de buscar un trabajo, todo el mundo sabría que son personas de las que no se pueden fiar y les sería muy difícil encontrarlo, a no ser que les contratara Telecinco en Sálvame o la Noria, que cosas más extrañas hemos visto.
Ya se ve venir: todos iguales ante la ley, pero hay gente que seguirá pudriéndose en la cárcel por ná y menos, y otros, tras unos pocos años, si es que llegan a ingresar, seguirán disfrutando de la vida a costa de todos nosotros. Otros, ni siquiera serán imputados a pesar de la evidencia de sus fraudes.
Hay tanto por barrer, que no creo que yo lo vea.

16 de enero de 2012

Los pelos de punta

Sigo con gran interés todas las noticias del naufragio del Costa Concordia, porque me viene a la memoria los momentos tan buenos que hemos tenido mi Antonio y yo en los cruceros que hemos hecho, y aunque a veces te pasen por la cabeza que estas cosas pueden llegar a suceder, uno se autoconvence de que estos barcos disponen de todos los sistemas de seguridad para que todo transcurra felizmente, y para que si algún contratiempo hubiera, se pudiera solucionar.
Hay muchos puntos oscuros en este desastre, y lo principal es que hay seis personas que embarcaron llenas de ilusión, y que ahora están muertas.
¡Qué angustia más grande tienen que estar pasando sus familiares!
Recuerdo haber conocido a personas mayores cuyos hijos les habían regalado el viaje, jóvenes en su luna de miel, abuelos con sus nietos (frente a nosotros, ocupando dos camarotes, los abuelos maternos y paternos con los niños), personas que celebraban así su jubilación, viajes de fin de curso... una historia detrás de cada persona.
Cuántos preparativos, de las excursiones, de la ropa, de los papeleos... el viaje es la culminación de un tiempo en el que también se disfruta preparando las cosas.
Creo que de momento hay seis muertos y catorce desaparecidos. Conforme van pasando las horas, se complica más el poderlos encontrar. Lo peor es que el Concordia se está moviendo y se puede deslizar hacia aguas profundas, yéndose directamente al fondo.
El barco venía de Civitaveccia y se dirigía a Savona. Pasaba por delante de la isla de Giglio, y según costumbres, solían acercarse mucho al puerto para saludar a los habitantes de la isla con las sirenas sonando. Parece que esta vez se salió de su ruta y se metió en una zona demasiado próxima a la costa. Chocó con una roca y parece que el Capitán fue llevando la nave hasta un sitio menos profundo para facilitar el rescate de las personas. Al escorar tanto el barco, las labores de rescate fueron muy complicadas, ya que las barcas salvavidas de una de las bandas no se podían utilizar.
Dicen que el Capitán abandonó el barco antes de estar a salvo el pasaje, y eso le puede acarrear problemas penales. Ya se verá.
La compañía habla de "error humano".
Estos barcos llevan a bordo la última tecnología para que estos accidentes no pasen. Es raro que al acercarse a unas rocas no saltaran todas las alarmas... es raro.
También se habla de que el alcalde de la isla le envió rápidamente una carta al comandante dándole las gracias por la pasada que había dado por delante de la isla, que había agradado mucho a los turistas de la zona.
Hay que pensar en los pros y los contras de estas tontadas, que pueden traer estas consecuencias.
Mi condolencia a los familiares, y si alguien ha sido responsable, que lo pague.

11 de enero de 2012

Roscón y punto final



Como todos los años, los roscones han puesto fin a los excesos navideños. Esta vez solo hice cuatro, porque no quería que me quedaran tentaciones sueltas, y el día de Reyes se terminó todo asomo por los armarios y los cajones de pecados alimenticios. ¡SE ACABÓ!
Y hemos vuelto por una temporada con el señor Montignac, a ver si conseguimos que las cremalleras no estén tan reacias a cerrarse.
He metido en una bolsa el resto de dulces que yo no compré pero me regalaron y la he guardado en lo más alto de la despensa para no verla, porque una tiene la voluntad tirando a golosona, y no quiero sentirme luego culpable por picar lo que no deba.
He cambiado los roscones por un jamón, para ir tirándo de él en los momentos más peligrosos, que tampoco está mal. Anima y ayuda ver la pata en la mesa y poder comer todo lo que nos dé la gana.
Año nuevo, talla nueva. O eso espero.


9 de enero de 2012

Palermo




En principio no era este nuestro destino en la última escala del barco, pero Túnez, que era lo que la naviera había previsto visitar, se encontraba bastante revuelto y no aconsejaba desembarcar, así que decidieron que fuéramos a Palermo.
Lo primero que nos llamó la atención en Sicilia fueron los colores de su bandera, que nos eran bastante familiares, fruto de los años de la dominación española. En el centro tiene una trinacria: cabeza de medusa con tres piernas dobladas por la rodilla, como representación de la forma geográfica que tiene la isla.
La agencia con la que habíamos hecho las anteriores excursiones no podía ofrecernos esta, debido a la poca gente que la había solicitado. Muchos la hicieron por libre, y los menos contactamos con otra agencia.
Palermo es fácil de visitar. Tiene dos ejes, que son la Via Vitorio Emanuelle, y la Vía Maqueda que sirven de estupenda referencia. Por otra parte, el puerto está en la misma ciudad. Sin embargo, queríamos ir a Monreale y a las Catacumbas de los Capuchinos, para lo cual ya teníamos que andar cogiendo autobuses, así que decidimos contratar la agencia.
Es inevitable recordar la Mafia estando en este lugar. Ellos mismos la nombran con frecuencia.
Primeramente fuimos a las Catacumbas. El estómago me hacía cosquillas y estaba bastante nerviosa, porque es algo muy desagradable, pero estar ahí y no verlo, no me parecía normal. Hicimos cola en esta acera, y hubo alguna baja hasta que nos tocó entrar.
Unos monjes se dieron cuenta de que las condiciones de sequedad y aire que tenía el lugar donde enterraban a los muertos, hacía que no se descompusieran, así que contando con eso y los sistemas de embalsamamiento que fueron perfeccionando, construyeron unas galerías donde los cadáveres eran colgados en las paredes. Al principio, eran solo los monjes, y luego ya fueron también otras gentes ajenas a la orden, las que dejaron escrito el lugar donde querían que reposaran sus restos, incluso la ropa que deberían vestir y otras para cambiarlas de vez en cuando.
Hay unos 8.000 cadáveres, algunos increíblemente bien conservados, clasificados por hombres, mujeres, niños, militares, vírgenes, profesionales...
Cuando llegó la hora de entrar, empecé a notar un olor raro, que mientras descendíamos se acentuaba, como de humedad, y que no me sentaba nada bien en el estómago, pero ya no había marcha atrás. Entramos.

Hay un pasillo por donde pasan los visitantes, con los muertos a los lados.

Yo ni los miraba. Iba con la vista fija en el otro extremo del pasillo.
Lo de esta niña es algo increíble: Se llamaba Rosalía Lombardo y murió hallándose su padre de viaje, por lo que los familiares pidieron que se la embalsamara para que cuando éste regresara la pudiera ver. Murió la niña en 1920 y conserva el pelo, la piel, la ropa... hasta su lazo amarillo.
Hay para todos los gustos. Fue una visita mucho más larga de lo que me hubiera gustado.
Subimos al autobús, y nos dirigimos hacia Monreale, a 8 kilómetros de Palermo. Aparcamos abajo y subimos hacia la plaza de la Catedral.
En esta catedral confluyen estilos arquitectónicos y decorativos normandos, árabes y bizantinos.
La mandó edificar Guillermo II y fue construida en 10 años. Es el edificio normando más importante de Europa. Aquí están enterrado Guillermo I, su mujer y sus hijos.
Guillermo II ofreció la Catedral a la Virgen, y queda constancia de ello en el atrio del Templo. La Virgen está en el otro extremo. No se puede pasar sin mangas, y si no tienes nada con lo que taparte te dan una especie de capita de papel para que te la pongas por encima.
Tiene 102 metros de larga por 40 de ancha. Lo más llamativo al entrar es el asombro que muestra la gente porque es como estar sumergidos en oro. El ábside lo preside un Pantocrátor.
Son 600 metros cuadrados de mosaicos, para los que se utilizaron 2.200 kilos de oro.
El Pantocrátor. Es imponente.
En las columnas se puede ver desde la Creación hasta la Pasión de Cristo.
La parte de atrás.
No hay palabras para describir tanta belleza.
Y yo estuve allí. (Antonio también)
Las sepulturas reales.
Detalle de los mosaicos.
El Trono Real.
Plaza del Ayuntamiento de Monreale.
Bajando compramos en una tienda una trinacria y una marioneta, que aquí son muy típicas.
Otra vez al autobús y aquí estamos pasando por la Puerta Nueva, mandada construir para celebrar una victoria de Carlos V. Había manifestaciones, por lo que no pudimos pasar por algunas de las calles que nos habría gustado.
Palermo es una ciudad bastante sucia, decadente y con un tráfico caótico, pero tiene un encanto especial. Alguien dijo una vez que las ciudades tienen que "oler". Está llena de vida, pero cuidado con las motos, que te cepillan en un plis plas.
La Puerta Nueva por el otro lado.
Al lado de la Puerta Nueva, el Palacio Real. Aquí bajamos y fuimos andando hasta la Catedral de Palermo.
Edificio de los Caballeros de la Orden de Santiago, en la Vía Vitorio Emanuelle.
En Palermo son muy típicos estos carritos tan adornados.
Plaza de la Catedral de la Asunción.
Me gustó mucho más por fuera que por dentro.
Hay un heliómetro. Por un agujero en la cúpula, entra el sol, que según el solsticio, manda el rayoa uno u otro signo del zodíaco.
Aquí, la mediana con los signos del zodíaco.
Con Fran y Paula, frente al Museo Diocesano.
Hay edificios preciosos, pero están pidiendo a gritos una mano de limpieza. Es el Seminario. Volvimos para coger otra vez el autobús.
Y nos llevaron hasta el Teatro Massimo. Había muchos carruajes para turistas.
Fran y Paula.
Mi Antonio y yo.

Tenía muchas ganas de probar los bocadillos de helado. ¡¡Riquísimos!!
Fuimos a dar una vuelta por la Vía Maqueda y nos encontramos con algo parecido a un mercado. En Palermo es fácil ver las tiendas en la calle.
Bueno, pido disculpas si os dejo sin palabras.
Qué forma tan bonita de exponer la mercancía. Dan ganas de comprar..............
Más. Por aquí ya había rebasado mi capacidad de asombro.
Seguimos paseando por la Vía San Agostino. Cada puesto mejor que el anterior. Era como retroceder 100 años.
Una cosa muy graciosa: Unos cuantos alquilaron dos motocarros y les llevaron por muy poco dinero a ver la ciudad, incluso a la playa. Sus caras lo dicen todo. Imaginarse con semejante modo de conducir, a las motocarros a toda pastilla, es de película.
Y volvimos a donde habíamos dejado el autobús, para regresar al barco. ¿Palermo? Bueno... una ciudad para recordar, pero creo que no para volver.



¡Ah! Se me olvidaba decir que aqui el culto a los muertos es algo impresionante. Les tienen siempre presente. De hecho, lo equivalente para nuestros niños del día de los Reyes, aquí es el 1 y el 2 de noviembre, que se celebra la fiesta de difuntos, y los críos escriben sus cartas a los muertos de su familia.

Bueno, pues aquí acabó el crucero, porque fue la última escala, ya que el día que faltaba fue de navegación hasta Barcelona. A mí, sinceramente, me gusta más cuando todos los días se puede salir del barco.
En general, un viaje muy bonito y lo que es mejor, en muy buena compañía.