Desde la carretera llama la atención la silueta de este pueblo, que parece colgado de la montaña y, como somos curiosos por naturaleza, allá que fuimos a conocerlo. No sabíamos mucho sobre este sitio, solo que tenía un casco antiguo medieval. Una pena, porque se puede pasar en él un par de días, sin tiempo para el aburrimiento. Hay alojamientos rurales que posiblemente visitemos en un futuro, ya que algunos lugares nos parecieron únicos y merecedores de visitar con calma.