Bienvenidos a El mirlo de papel

Soy Varech y ando por la Red desde hace un tiempo, lo cual me produce a veces quebraderos de cabeza aunque la mayoría de las ocasiones me satisface.

31 de octubre de 2012

Una rosa negra y un buñuelo


Aunque a mí no me gusten estas "fiestas", estoy rodeada de gente que disfruta disfrazándose de muerto y rociándose de sangre, así que en honor a ellos, he hecho una rosa negra y buñuelos, para estar a tono con la festividad.
Están rellenos.............¿De qué? Pues ni más ni menos que de arroz con leche unos, y de crema otros, y doy fe que los de arroz con leche están para chuparse los dedos, la sangre y todo lo que se ponga a mano, siempre claro está, que os guste el arroz con leche.

Os deseo que salgáis de las tumbas con alegría, y que os quitéis los colmillos antes de comeros los buñuelos. Luego os restregáis el azúcar por la sangre del cuello, para que cuando algún vampiro os dé un mordisco se muera de gusto.         

Aquí os dejo algo que hice una vez sobre lo efímero de la vida.

FELIZ HALLOWEEN

26 de octubre de 2012

De dónde vienen los niños

Conversación entre mi hija y su hijo:
._ ¿Mamá, verdad que los niños los tienen las mamás?
._ Sí, claro.
._ Es que me ha dicho un amigo que los papás tienen pelos y de ahí salen los niños.
._ Mira hijo, el papá pone una semillita en la tripa de la mamá (en qué hora nombró la semillita de marras)
._ ¿Una semilla? ¿Cómo la pone? ¿Por dónde?
Mi hija, que iba conduciendo, no sabía por dónde echar con el tema y como pudo salió del trance.
Al otro día:
._ Mamá, me ha dicho mi amigo que el papá da un beso a la mamá, le pasa los pelos y se queda embarazada.
Y vuelta a la semilla.
Mi otra nieta me explicó el otro día cómo se tenían los niños: "Abuela, mi papá le metió a mi mamá una pipa por la vagina y entonces nací yo" En ese momento dudaba de a qué tipo de pipa se refería, pero finalmente me aclaró que era una pipa de girasol.
._ ¿A ti te metió el abuelo tres pipas?
._ ¿Tres?
._ Claro, has tenido tres hijas, así que te metió tres pipas. ¿Y te las metió todas juntas o de vez en cuando te metía una?
Como ellos tienen a sus padres, no seré yo la que me interfiera en estos asuntos.
El uno se queda con los pelos y la otra con las pipas, pero me llama la atención que a estas alturas andemos todavía evitando utilizar los nombres de las cosas. La vagina más o menos se nombra, pero el pene... eso ya son palabras mayores. Todo son semillas para arriba y para abajo, pero del pene no se acuerda nadie ¿?
A mis hijas, que ya están cerca de los cuarenta, cuando tenían cuatro y cinco años les compré un libro que yo creo que les aclaró bastante las cosas. Mi madre y mi suegra pusieron el grito en el cielo cuando lo vieron, porque ellas todavía andaban por París, pero yo no me arrepentí de comprarlo.
Lo acabo de encontrar, y aquí lo dejo.


 


"Aquí ves un bebé. ¿Sabes cómo llegó al mundo?"

"Aquí están papá y mamá. Tuvieron juntos al bebé". 

 

"Aquí vemos que papá y mamá no llevan ropa. Puedes ver el pecho de mamá y su rajita. La rajita se  vagina". 



"Puedes ver la colita de papá. La colita se llama miembro. También puedes ver la bolsita que papá tiene entre las piernas. Esta bolsita se llama escroto". 


"Papá y mamá se quieren mucho. Se dan besos. El miembro de papá se hace grande. Se pone muy tieso hacia arriba". A papá y a mamá les gustaría que el miembro de papá entrase en la vagina de mamá. Eso es bonito". 

 

"Papá y mamá se acuestan en la cama. Meten el miembro en la vagina. Así pueden jugar juntos. Se balancean juntos arriba y abajo. Esto se llama dormir juntos. Puede ser muy guay. Así papá y mamá pueden tener un hijo cuando quieran". 

"Papá y mamá se quieren mucho. Quieren tener un hijo. En el saquito de papá hay muchos espermatozoides. Cuando papá y mamá duermen juntos, los espermatozoides salen del miembro de papá. Los espermatozoides nadan hacia la vagina de mamá, y entran por una cueva al estómago de mamá. Esta cueva se llama útero. Aquí hay de vez en cuando un óvulo". 

 

"Pasan muchos, muchos días. Han pasado nueve meses desde que el espermatozoide y el óvulo se encontraron. El niño se ha hecho tan grande que está listo para salir". 


"La tripa de mamá se ha hecho tan grande, que ya casi no le cabe ningún vestido. 'Puedo sentir cómo se contrae el útero', le dice mamá a papá. 'Ha llegado el momento de traer al niño al mundo'". 

 


"Papá lleva a mamá al hospital". 

"Mamá se tumba en la cama del hospital. Entonces viene el médico. El médico habla con papá y mamá. El médico ayudará a mamá durante el parto". 

 

"Entonces mamá empieza a dar a luz. Primero sale la cabeza del niño por la vagina de mamá". 

"Después salen los brazos del niño". 

 

"Ahora el niño está totalmente fuera. El médico ha cortado el cordón umbilical. La placenta también ha salido. Ha nacido el niño". 

"La mamá y el niño descansan unos días. Luego vuelven a casa. Cuando el niño tiene hambre, bebe leche del pecho de mamá". 

Bueno, solo decir que este libro tiene por lo menos treinta y cinco años y que yo hubiera sustituido la palabra "miembro" por "pene", sin más, pero como mis hijas todavía no sabían leer cuando lo compré, yo les explicaba las viñetas de forma que ellas pudieran entenderlas.

24 de octubre de 2012

Flores con cucharas


Como todo lo que veo me apetece hacerlo, esta vez he probado con algo nuevo.
Un jardín muy especial. Flores de colores fáciles y baratas, porque sólo se necesita una vela y cucharas. Con el calentor se les va dando forma de pétalos y se pegan entre ellos. Las que tienen estambres, se hacen estos con los mangos de las cucharas. Para los tallos yo he añadido dos mangos, con el fin de que fueran más largos.
Si alguien se decide a hacerlo, existen bastantes videos en internet.
No dejan de ser unas flores de plástico, pero como reto no está mal, y además no se monta mucho lío para hacerlas.
Las he comprado en los chinos y en un super, pero las que tienen el plástico más duro, se manejan mejor.

21 de octubre de 2012

Mañana en el Safari de Aldea del Fresno


Antonio se había comprado un objetivo nuevo para la cámara y lo quería estrenar con animales, así que nos fuimos desde Navalagamella al safari de Aldea del Fresno a pasar la mañana.    

 Cuando compramos la entrada nos dieron un papel con las precauciones que teníamos que tomar, porque iríamos en nuestro coche. Entre otras cosas, no pararse y no bajar la ventanilla. A mí me entró la neura, porque sabía positivamente que Antonio bajaría la ventanilla para hacer buenas fotos, y yo no sabía los animales que estaban sueltos y los que no. Me venían a la mente las imágenes de una película que vi, en la que un león metía la pata por la ventanilla poniendo en peligro a los protagonistas. Seré exagerada, pero esa pata me perseguía.  Reconozco que me puse muy nerviosa y no entré, así que me quedé en la cafetería tomándome algo y estuve viendo el rincón de las aves, el de los mansos y el mini zoo.
El de las aves está muy bien, con ejemplares espectaculares, el de los mansos, sinceramente lo vi muy tontorrón, con cabras y cerdos de esos negros, que venían corriendo al vernos por si les echábamos comida, y el mini zoo, no estaba mal: pumas, tigres, monos, mapaches... Sinceramente cuatro cosillas  y el resto semi abandonado. De camino al mini estaban los emus, como el de arriba, y los avestruces, como el de abajo. Me encanta el aspecto que tienen.
Después de un buen rato apareció Antonio con el coche y me dijo que no me preocupara, que los leones, los elefantes y los tigres estaban aparte en unos terrenos cercados. Entonces, sí, le acompañé.

 Las llamas nos seguían todo el tiempo, y junto con los dromedarios no nos dejaban avanzar, pero era divertido. Vimos jirafas, cebras, monos, gamos, cebúes...Y no me equivoqué, porque Antonio bajaba la ventanilla para hacer las fotos.

 Una de las cosas que más me gustó fue la demostración de aves rapaces, que la hacían en el anfiteatro. Desde una torre que había en el monte las soltaban y llegaban hasta el cetrero que las esperaba en la pista. Alucinante la demostración de caza del águila real, impresionante el cóndor al posarse en el suelo, un águila que después de subir hasta más de mil quinientos metros, se lanzó en picado ante la presa que le mostraba el adiestrador. Una exhibición para quitarse el sombrero, y el cetrero una persona con un dominio total sobre las aves.

 Aquí estoy con un halcón, que me miraba muy fijamente. Demasiado fijamente.

 Aquí estábamos parados al lado de los cebues, y yo con los ojos cerrados porque la ventanilla que estaba abierta era la mía. Reconozco que pasé miedo.

Estos pajaritos me encantaron. Había una pajarera llena de ellos.

 Estos también estaban al lado del camino. Yo le decía a Antonio: "Por Dios arranca, que como nos meta el cuerno en el coche  nos levanta". Él se reía de mí, pero a mi me impresionaba ver tan cerca, y suelto, semejante animal.

Este tigre estaba en el mini zoo, y era más fácil de fotografiar que los otros. Los leones, los elefantes y los tigres estaban super protegidos por una vallas altísimas. Tenían mucho terreno. Los leones, he leído que ocupaban una hectárea.
En la primera foto estoy con un cachorro de león en brazos. Su madre lo rechazó porque tenía problemas en una pata, así que lo están alimentando con biberón.
Fuimos también a ver los cocodrilos, y sin dudarlo, es lo peor del parque. Si no entiendo cómo en pleno centro de Madrid mantienen a esos animales con tan poco espacio y con tan poca luz, aquí lo entiendo menos, ya que están en una especie de pasillo, con una pasarela por el centro para las personas. Es agobiante verlos tan juntos en un espacio tan reducido.
Cuando ya nos hartamos, es un decir lo de hartarse, de hacer fotos, nos quedamos a comer allí y luego nos volvimos a Navalagamella.

15 de octubre de 2012

Ojiplática en el chino

Algunas veces me gusta ir a  las tiendas de los chinos para practicar mi deporte favorito, que es "palpar". Comprar no compro mucho, pero me encanta tocarlo todo.
La semana pasada entré y me puse donde están los bolsos, a sacarlos, abrirlos, colgármelos... la mar de entretenida andaba yo, cuando de pronto oigo que me llaman:
._ Señora por favor.
Miré hacia el sitio de donde venía la voz y encontré a un hombre de mediana edad con una mochila de esas de color verde, cuadrada, colgada en bandolera.
._ ¿Si?
._ ¿Le gusta este bolso? - Me dijo señalándolo.
._ Bueno, no sé... depende para lo que lo quiera.
._ Si usted me viera por la calle con él pensaría que soy maricón?
La chinita que era joven y hablaba perfectamente español, me miró y soltó una carcajada, pero yo me la tuve que aguantar porque lo tenía de frente.
._ Y por qué tenía  pensar eso?
._ Pues porque a lo mejor aquí los llevan los maricones.
._ ¿Pero usted es maricón?
._ Yo no, pero a lo mejor me confunden con uno si me lo pongo.
._ Y si usted no es maricón, qué más le da lo que piensen los demás?
._ Es por mi mujer ¿Sabe?
._ ¿Qué?
._ Que a lo mejor cuando me lo vea puesto lo piensa.
._ Pero bueno, su mujer sabrá de sobra si usted es o no es maricón - vamos, digo yo.
._ ¿Me llevo el verde o el marrón?
._A mí me gusta más el verde.
._ Pero no le parece que el color marrón es más de hombres?
Empecé a pensar si es que a lo mejor era maricón y se esforzaba por disimularlo.
._ ¿Y por qué se lleva este tipo de bolso si tiene tantas dudas? - le dije aguantándome la risa como pude.
._Porque quiero que me quepan documentos. Voy a viajar y necesito algo para llevarlos y no tener que abrir la maleta.
._ Pues ese me parece ideal.
Como era sudamericano di por hecho que viajaba con bastante equipaje, así que me explayé diciéndole que podía facturar una maleta, meter otra pequeña en la cabina y llevar en la bolsa otras cosas que necesitara en el momento.
._Señora, cree que en este bolso me cabrán ocho móviles?
Aquí la china ya se revolcaba y además no podía contenerse, pero es que encima me miraba y yo ya no sabía qué hacer. Solo se me ocurría buscar por allí a ver si encontraba alguna cámara oculta.
._ ¿Pero no la quería usted para documentos? Es que yo no sé si le van a dejar pasar ocho móviles.
._ Eso pienso yo también. Puedo meterlos en la maleta que facture, que esas no las miran. ¿Usted lo haría?
._ Lo siento, pero a mí es que no se me ha ocurrido nunca pasar móviles. Como mucho he pasado un chorizo.
._ ¡Ah! ¿Pero se puede pasar comida?
Aquello no tenía fin, y entonces miré a la china que seguía pasándoselo en grande...
._ Mire Señor, eso más que nadie se lo puede aclarar esta señorita, - dije señalando a la china que se quería meter bajo tierra - que seguramente sabrá mucho de viajes.
._ ¿Sí? Pues voy a preguntarle a ella y de paso le voy a preguntar también si le gusta más el verde o el marrón. Más que nada por tener dos opiniones.
._ Nada, nada. Le dejo en buenas manos. Que tenga un feliz viaje -dije mientras me iba hacia la puerta.
A la china se le pusieron los ojos redondos. Entonces me volví y le hice una sugerencia:
._ Señorita, muéstrele a este señor unas cuantas mariconeras para que compare.
._ Sí, sí...dijo entusiasmado.
Y antes de que la china me asesinara, me fui a paso ligero.


7 de octubre de 2012

Pollo con coca cola

Este plato unas veces lo hago con pollo y otras con costillas de cerdo. De las dos formas está buenísimo.
Queda jugoso, sabroso, y las patatas dicen comerme. Si a eso le añadimos que es muy fácil de hacer, pues ya tenemos un plato estupendo.

Ingredientes:
3 traseros de pollo
1 sobre de sopa de cebolla Knorr
Una lata de coca cola (que no sea ligth)

Preparación:
Se pone el pollo partido en muslos y contras, en la fuente de horno.
Se vierte por encima el sobre de sopa de cebolla.
Se añade la lata de coca cola y se mezcla bien todo.
Se pone a horno medio noventa minutos. A la mitad del tiempo, se le da la vuelta a la carne.
 Y ya está.
Si le añadimos patatas, lo hacemos ya desde el principio y están deliciosas.

6 de octubre de 2012

El mundo contra mí.

Esa es la sensación que tengo en el verano.
Yo había perdido unos kilos y estaba "casi" perfecta allá por abril. Me marché una semana a Turquía y ya se empezó a estropear la cosa. Luego estuve unos días en Nerja, y entre pescaíto por aquí, berenjenas con miel de caña por allá, cervezas a gogó, postres riquísimos y desayunos, el "casi" se fue quedando en "casi ná".
Un mes en Torrevieja con aperitivo diario, comidas en casa de amigos, comidas de amigos en casa, helados de cierta marca comercial que no me da la gana de nombrar porque no me paga, en el frigorífico, las siestas, las bandejas de dulces que me regalaban... ¡Un asco!
Un asco de cremalleras y de botones que ya cerraban porque no había más remedio, pero de muy mala leche.
Y me vine para casa pensando que todo iba a cambiar porque aquí ya no dependía de nadie y comería lo que yo decidiera. Sí... sí... sí...
Me fui al cámping de la sierra porque aquí hacía mucho calor, y ha sido lo peor de lo peor.
._ Carmen, quieres una cerveza?
._ Carmen, quieres un vermouth?
._ Carmen, ven a tomar café que he hecho una tarta riquísima.
._ Carmen, bebe clara del porrón que está muy fresquita.
Y es que todo sabe tan bien cuando me lo sirven...
Por si faltaba algo, la reunión guineana que este año ha sido en San Pedro del Pinatar. Una semana, todo el día con gente  y comiendo cosas que claramente sé que son pecado. Pero como lo mío es pecar...
¡No hay derecho! Si digo que no quiero, que no me lo repitan porque a la segunda ya caigo. La gente me provoca. La culpa no la tengo yo. La tienen los demás, que se empeñan en que cambie de talla todos los años y encima lo consiguen.
¿Y ahora qué? ¿Cómo estiro los pantalones para que me entren? Los puedo llevar con la cremallera sin subir y con un letrero que ponga que yo no tengo nada que ver con eso, que he sido un daño colateral.
¡Qué difícil resulta vestirse a la vuelta de las vacaciones!