Hacía mucho calor, pero como somos osados, decidimos pasar el día en esta villa medieval de la provincia de Segovia. El recinto de la ciudad está amurallado y en los siglos XVI y XVII vivió su mayor esplendor, datando de ahí la mayor parte de casas y palacetes. Luego sufrió un declive de población, pero finalmente, atraídos por su belleza, mucha gente compró estos edificios blasonados para utilizarlos como segunda vivienda.