A veces, las casualidades nos sorprenden y es lo que a mí me ha pasado esta mañana: han tocado a la puerta y un señor me ha traído un paquete que contenía... ¡Mi libro!
Por fin ve la luz en formato papel y me siento muy feliz por ello, aunque el proceso de publicación me haya dado bastantes dolores de cabeza, pero ya está aquí, y espero que esta coincidencia sea un buen augurio, incluso lo creo así.