21 de febrero de 2009
Despedida de soltera de Cuca
Este relato lo escribí con motivo de un concurso para La Taberna del Puerto y con los quince ganadores se editó un libro, del que os muestro la carátula. Entre esos quince había dos míos, que os iré poniendo, además de otros dos que no fueron premiados.
El primero de ellos "La despedida de Cuca", evidentemente tiene más gracia para los adentrados en el lenguaje náutico, porque constantemente le están pegado patadas, pero aún así, creo que resultó simpático y por eso os lo pongo.
Me llamo Cuca. El próximo finde es mi despedida de soltera y tiene que salirme todo chachi-guay.
Iremos: Fefa, Queca, Chuchi, Cata, Tina, Kuki Josefa y yo. Y el capitán ¡Claro! Si no, a ver quién conduce.
Mi papá me ha alquilado un barco grande para que lo pasemos de muerte lenta y estoy pendiente de todos los detalles, porque en estos casos el equipamiento es importantísimo. En la despe de Mariló la cosa estuvo cutrísima, pero en la mía todo va a funcionar bien. Tengo preparada cada cosa...
1) Preservativos de colores para hincharlos y colgarlos por todos los cables del barco.
2) Diademas-pene para la noche loca del sábado.
3) Tetas de plástico para dar el pego mar adentro (¡Uy, como en la peli!).
4) Matasuegras con mucho pito, para chinchar bien a los que estén aparcados al lado nuestro, en esas calles largas que ponen en los puertos (nunca entenderé que con tanto sitio como hay en el mar, las hagan tan estrechas).
5) Una peli porno... pero de las del duro, con charla-coloquio al final.
6) Penes andadores para dar alegría al interior del barco, que los decoran aburridísimos.
7) Una cuerda, porque pensamos gastarle una broma pelín pesada al capitán: le vamos a poner una melena larga y rizada, y lo vamos a atar boca abajo en el palo ese que llevan delante que sobresale mucho. Llevamos la cuerda por si en el barco no hay ninguna.
8) Varios sprays de serpentinas de colores, de esos que se pegan y no se quitan ni a tiros, para escribir en las velas nuestros nombres y que permanezcan allí por los siglos de los siglos.
9) Baraja de cartas no es necesario que llevemos porque dice el capi que las cartas las pone él. ¡Qué menos, por Dios!
10) Juegos de bikini, pareo, sombrero y taconazos de aguja para dar más glamour.
11)Ropa interior de Carrefour para repartirla con mi firma.
La comida irá a cargo del que conduce el barco.
Ha pasado una semana y ya lo tengo todo empaquetado y las maletas hechas. Con dos creo que tendré suficiente.
Hemos quedado en el puerto a las siete, en la calle cuatro ("ellos" lo llaman de otra manera pero no vamos a liarnos) y ha sido para filmarlo de la que se ha armado, eso sin haber empezado la juerga.
El capitán, un poco gordo, ha puesto los ojos como platos cuando nos ha visto y se ha quejado por el exceso de equipaje, pero eso a nosotros, ni fu ni fa. ¡Hombres!
Ya para montarnos ha sido la cosa de salvaslips, porque a Cata y a Queca casi tienen que venir los chicos del puerto (que están de mayoría absoluta) a rescatarlas debido al pasillito tan estrecho y tan inestable que ponen para poder montar, y entre las risas y las tonterías casi van al agua.
Lo primero ir al baño, porque nos urgía echar un pis y hemos flipado. Si llega a ser más pequeño nos dan una taza de desayuno a cada una para hacer nuestras necesidades. ¡Qué cosa, oyes! Con una manivela para que las cositas escurran para abajo. Digo yo que será para ahorrar tiempo porque mientras haces caca puedes ducharte y lavarte los dientes.
Después nos han enseñado las habitaciones que también son bastante estrechas, hasta el punto que hemos tenido que dejar las Sansonites en el pasillo.
La cocina también es bastante pequeña y yo creo que incluso está rota porque se mueve mucho y comida veo más bien poca. Ya veremos.
Para darnos la bienvenida el capitán, que se llama Pepe, nos ha ofrecido unas cervezas y unos panchitos y nos ha explicado algunas cosas del barco que no hemos entendido para nada, porque esta gente está un poco zumbada y no habla como el resto de los mortales. ¡No! Ellos tienen su lenguaje. Pero le hemos fastidiado y nosotros pensamos decir "detrás", "delante", "derecha", "izquierda"... etc
Una vez todo desempaquetado nos hemos puesto a hinchar los preservativos y a colgarlos. Hasta en las barandillas hemos puesto algunos. Los vecinos se lo estaban pasando pipa con nosotras y queríamos seguir allí la juerga, pero Pepe se ha empeñado en salir enseguida, con lo bien que nos lo estábamos pasando y por no discurtir con él hemos "zarpado". Mienras el barco cogía velocidad, nosotras agarradas a los cables como en el anuncio de Puleva, parecíamos unas modelos.
Al principio todo iba bien; para arriba y para abajo, por encima del barco que estaba lleno de enredos y de cuerdas (al final sí que llevaba), pero luego con el movimiento, a algunas nos ha entrado un cosquilleo en el estómago que nos daban ganas de vomitar. De verdad... ¡Que asco! La primera ha sido Josefa, que iba agarrada a la barandilla que llevaba el barco delante y al volverse para decirnos lo mala que se encontraba nos ha lanzado toda la pota. Como el aire iba hacia el barco se ha puesto el suelo perdido y nos resbalábamos con los panchitos (por lo redondos).
Pepe nos ha dado una pastilla para que se nos pasara pero ya no hemos tenido ganas de cenar y hemos preferido acostarnos. Mañana será otro día.
La noche no ha sido fácil. Dormir en un barco no es nada cómodo porque te puedes caer de la cama en un plis plas. Como Pepe cambie el sentido de la marcha, te estampas contra la puerta. ¿Y la odisea del baño? Llevamos todas moratones porque como todo está tan juntito, cuando te das un glope no te lo das contra una cosa sola, sino contra tres o cuatro a la vez: con la ducha, con la ventana, con la repisa, con el toallero... será cuestión de acostumbrarse.
Ya ha amanecido y hace un buen día. Pepe nos está preparando el desayuno en la cocina, que aunque escacharrada, todavía funciona. Luego nos ha explicado que no está rota, que se mueve para que cuando el barco se ladee mucho no se caiga la comida al suelo. Me dijo el nombre del invento, pero no me acuerdo.
Chuchi ha soltado por todo el barco los penes andadores, que ha sido la juerga padre y en un descuido de Pepe (que empieza a ponerse un poco antipático), Kiki y Cata han subido y han escrito con el spray de serpentinas nuestros nombres en las velas, bien grandes para que se vean desde lejos. El mío lo han puesto en lila, que es mi color prefe. Cuando el capi lo ha visto se ha puesto a hablar en otro idioma, alemán creo, pero me parece a mí que no estaba muy contento.
Los conjuntos nos quedan impresionantes. Nuestros bikinis son de leopardo y el tanga de Pepe (que nos ha costado lo nuestro que se lo pusiera), es de tigre. Los sombreros son tipo Indiana Jones y completamos el conjunto con unos taconazos de aguja de 9 centímetros que nos sentaban bombazo.
De verdad, creo que hemos cogido al capitán más quejica de todos, porque también por ésto ha protestado. Pero si nos los hemos quitado no ha sido por él, sino porque no podíamos andar por arriba con comodidad.
Como hacía calor, el baño nos ha sentado como un cartier en la muñeca. Encima de los bikinis nos hemos puesto las tetas de mentira, que debajo del agua todavía se veían más grandes y ha sido de golpe, porque cada vez había más barcos por alrededor.
Luego, todasdesparramadas por la cubierta (es la parte de arriba del barco) a tomar el sol en las de verdad.
Mientras Pepe preparaba la comida, los martinis y los panchitos (otra vez) nos han entretenido bastante. No puedo creerlo: han caído tres botellas entre unas cosas y otras. Creo que estamos, como dicen los vulgares, pedo pero me encanta como me siento, me apetece gritar, me apetece cantar... ¡Jo, qué cachondeo! Todas delante de Pepe cantándole; "Si te ha pillao la vaca jódete ¡Jódete!. Si te ha pillao la vaca jódete ¡Jódete. Ja, ja, ja.
¡Ay madre! Creo que nos está volviendo el mareo de anoche. En cuanto el capi nos ha visto el color de cara nos ha llevado a la parte de atrás para que vomitáramos y no le mancháramos otra vez el barco. Es que anoche había panchitos pegados hasta en los preservativos de colores.
Hoy tampoco hemos tenido ganas de comer y nos ha sentado mejor acostarnos a dormir la siesta.
Esta tarde pensamos gastarle la broma a Pepe, que lo notamos bastante rendido a nosotras.
Ha puesto la dirección automática y se ha quedado vigilando Chuchi, que una vez fue en el barco de Fefé y es la que más entiende de nosotras. A Pepe le hemos dicho que tiene titulo, para que no sufra.
Tachán.... le hemos puesto la peluca larga y rizada, que no le pegaba nada con el bigote, los ojos vendados y como este barco no tiene palo de esos que sobresalen por delante, le hemos atado a uno que lleva en medio y ¡Hala! A bailar desnudas delande de él. Fefa que es la más lanzada, decía que iba a hacerle la lluvia dorada y se ha metido por el agujero que hay para entrar (tiene su nombre, pero es feísimo) y ha salido con una jarra de cerveza y se la ha echado por encima de la peluca. ¡Qué risa! Aquí sí que se nos ha enfadado el capi y no entiendo por qué . Ha empezado a chillar como un poseso hablando otra vez en alemán, mientras Fefa se lucía con el volante del barco antes los gritos de admiración de los otros a los que pasaba rozando. ¡Cómo conduce la tía!
A media tarde, ataviadas con las diademas pene (Pepe se ha negado a ponérsela), he firmado la ropa interior cutre y hemos repartido bragas y sujetadores ente los barcos de nuestra calle.
En vista de los mareos, esta noche la pasaremos en el puerto aparcados y nos iremos de juerga a una disco. Pero tendremos que ir a arreglarnos a las duchas públicas ¡Qué remedio! si queremos llevar las melenas guay. Estamos un poco hartas del baño de la señorita Pepis.
Madre mía, vaya juerga que nos traemos con unos ingleses que hemos conocido. Llevamos todos un pedo que te cagas, pero nos lo estamos pasando como nunca, oyes, de putísima madre.
A Pepe no se le ve. Mejor, porque es un intolerante, así que nos montamos todos en el barco y vaciamos la nevera de cervezas, ponemos la música a tope y todos a bailar y a disfrutar.
Nuestro gozo ha durado poco porque enseguida ha aparecido el susodicho acompañado de un policía y ha mandado a los chicos a algún sitio que debe estar muy lejos, a juzgar por el tono Eso sí, les ha costado lo suyo poder despegarnos porque nosotras nos negábamos a separarnos de ellos.
Para rematar la noche, la peli porno con Pepe allí, sin saber para dónde mirar, el pobre. Y para vengarnos de él por las veces que hablaba en alemán, la charla-coloquio la hemos tenido en inglés, para reirnos todo lo que nos diera la gana.
Hoy domingo el capi nos ha levantado temprano, con cara muy compungida y nos ha dicho que tenía una mala noticia que darnos: una cuñada suya había muerto y tenía que salir enseguida para llegar a tiempo al entierro Nos ha advertido que no nos preocupáramos, ya que como ha sido él quien ha incumplido el contrato, no nos va a cobrar nada si nos marchamos en menos de un cuarto de hora.
Como nosotras en ningún momento queremos causarle el menor trastorno a Pepe, a pesar de que a veces nos ha hecho perder la paciencia, no hemos puesto ninguna pega. Le hemos dado el pésame y hemos llamado a nuestros papás para que vengan a recogernos
Mi despe de soltera ha resultado fetén.