Se encuentra en la provincia de Badajoz y los romanos la llamaron Emérita Augusta. Fue fundada en el año 25 a. C. por el emperador Octavio Augusto, como última residencia para los soldados licenciados de las legiones V y X, que habían combatido en Cantabria. Sus habitantes reciben el nombre de emeritenses.
Resulta impresionante ver la cantidad de restos romanos que hay por toda la ciudad, aparte de los más importantes, como el teatro o el anfiteatro.
Bueno, pues nos fuimos lo primero al Teatro Romano. Aunque era la tercera vez que veníamos a Mérida, no nos resistimos a sentarnos en las gradas y contemplarlo.
En verano se utiliza para eventos musicales, debido a su magnífica acústica. Esta vez coincidimos con la preparación de un concierto de Manuel Carrasco.
En el frente de la escena, se pueden ver dos cuerpos de columnas de mármol y, entre ellas, diversas esculturas.
Es el elemento más representativo del conjunto monumental de Mérida. Su promotor fue el cónsul Marco Agripa y fue inaugurado hacia los años 16-15 a. C.
Durante años estuvo soterrado, siendo solo visible la parte superior. El graderío tenía una capacidad para 6.000 espectadores y se construyó aprovechando en parte la ladera del Cerro de San Albín.
En el centro de la fachada, estatua sedente de la diosa Ceres.
Como puede verse, el artista que iba a cantar esa noche lleva un buen equipo humano y tecnológico.
A ver si me voy a quedar sin asiento. Más vale prevenir.
Uno de los vomitorios.
Ahora nos vamos al Anfiteatro Romano, que se construyó casi al tiempo que en teatro, y tiene forma elíptica.
Exactamente se construyó ocho años a. C. Con la llegada del cristianismo al Imperio Romano, cayeron en desuso estos edificios lúdicos y finalmente se abandonaron en el siglo IV, quedando soterrados con el tiempo, y es posible que por eso se mantengan en tan excelente conservación.
Este es el acceso principal, que comunica los dos espacios.
Una de las dieciséis puertas de entrada.
Otra puerta. Hay carteles explicando las vestimentas y usos para los distintos tipos de gladiadores.
Concebido para espectáculos de lucha de gladiadores. Entre ellos mismos, entre hombres y fieras o entre fieras.Tenía capacidad para 14.000 personas.
El eje central tiene 126 metros de longitud por 102 metros. Y la arena tiene unas medidas de 64 por 41 metros.
Bajo las tablas había un espacio que servía para guardar los útiles de los gladiadores y donde se alojaban las jaulas de las fieras.
En esta foto se ven muy bien las tres partes de los graderíos en las que los romanos dividían, tanto en el teatro como aquí, los asientos del público: cavea ima, media y suma.
Templo de Diana, aunque cada vez hay más dudad de que realmente fuera edificado para honrar a esta diosa. Construido en el siglo I d, C., es el único edificio religioso romano en Mérida, con una conservación tan aceptable.
Detrás del templo se ve el Palacio se los Corbos, del siglo XVI, hecho en parte con restos del templo. Se quiso destruir, pero finalmente se dejó donde estaba.
Acueducto de los Milagros, del siglo I, es una construcción de ingeniería civil para el transporte de agua desde el Embalse de Proserpina, a 5 km de la antigua ciudad de Mérida. Con arquerías de tres pisos, que llegan a los 28 m de altura, fueron construidas para salvar el valle del río Albarregas.
Era uno de los cuatro acueductos que abastecían de agua a la ciudad.
Su nombre se debe a la admiración que despertaba por haber resistido tantos siglos.
Pórtico del Foro Municipal de Augusta Emérita. Es la esquina de un pórtico monumental que formaba parte del antiguo Foro Municipal. A este foro pertenecía también el Templo de Diana.
Fue erigido hacia mediados del siglo I a imagen y semejanza del Foro de Augusto en Roma.
Arco de Trajano, aunque no hay fundamento que lo relacione con este emperador. Es un arco de medio punto, de 15 m de alto, incluyendo los 2 m que quedan enterrados en su base.
Está hecho de granito, aunque originalmente estaba cubierto de mármol.
La Loba Capitolina, está en el Paseo de Roma.
Presidencia de la Junta de Extremadura en la antigua Conventual Santiaguista.
Por detrás de la Junta y de la Loba Capitolina se encuentra la Alcazaba de Mérida que, por motivos de horario no pudimos visitar, pero dejo constancia de sus murallas tras esta fuente.
Parador Nacional de Mérida, en lo que fue el Convento de Jesús, del siglo XVIII, construido sobre los restos de un templo dedicado a la Concordia de Augusto. Fue además cárcel y hospital.
Plaza de España, donde vemos a la izquierda la Casa Consistorial, inaugurada en en 1865. La fecha que aparece arriba de 1883, corresponde a la finalización de su parte superior.
A la derecha se ve el Palacio de la China, construido en estilo sevillano en 1928, y que albergó unos grandes almacenes.
El Palacio de los Mendoza, también en esta plaza, es ahora el Hotel Mérida Palace.
En una esquina tenemos la Iglesia Concatedral Metropolitana de Santa María la Mayor.
El Museo de Arte Romano de Mérida, lo voy a visitar por segunda vez y, mi Antonio, por tercera. Es imposible abarcarlo todo en una sola visita, porque las estatuas y las piedras nos pueden saturar.
Fue inaugurado el 19 de septiembre de 1986, siendo su arquitecto Rafael Moneo, quien se marcó como objetivo principal, que el museo tuviera el carácter y la presencia de un edificio romano.
Consta de dos plantas más la cripta. También se realizan seminarios, congresos, exposiciones, etc.
Estatuas y relieves romanos.
Mi amiga Ceres y yo. Es que nos hemos visto ya muchas veces y nos caemos bien.
Calzada romana en el lugar que ocupa el museo.
En la cripta están los restos arqueológicos que se encontraron al hacer el edificio.
Comienza a atardecer y nos vamos a ver el Puente Romano sobre el río Guadiana, construido a finales del siglo I a. C.
Tiene 790 m de largo y 62 arcos. Soportó el tráfico hasta el 10 de diciembre de 1991, fecha en que se inauguró el Puente Lusitania. Actualmente es peatonal.
Puente Lusitania, diseñado por Santiago Calatrava, e inaugurado en 1991. Tiene 480 m de largo y dispone de tres vías: dos para el tráfico rodado y una superior para peatones.
Y con la luz del atardecer sobre el río Guadiana, le decimos adios a Mérida, que en 1983 fue declarada Capital de Extremadura.